Acaso una muerte anunciada...
Acaso
una muerte anunciada...
Es
acaso una muerte anunciada... Quién lo sabe.
Te esperé hasta tarde... Dejé pasar las horas como bandada de pájaros...
Pero no viniste, sin embargo yo te esperaba, en lo profundo de mi ser... En la humedad del aire, yo te esperaba...
En la copa casi vacía y en la luz tenue de la alcoba, te veía entrar... Vestida de largo blanco, descalza como a mí me gusta.
¿Acaso no recibiste mi carta? ¿Acaso no te dije una y mil veces que estaría siempre para ti?
Mi pensamiento a mil parecía traicionarme, repetidamente quería que abandonara la idea de esperarte, pero algo en mi interior, me hacía intentarlo nuevamente.
Cuál triunfará, mi pensamiento lógico estructurado, mi destino imaginado, mi pasión desmedida o el aventurero indómito que llevamos dentro.
Quién sabe, siempre esperé verte parada en el umbral de la puerta, con los brazos extendidos hacia mí.
Acaso todavía no lo sabes, después de tantos años juntos, que mi Ser vibra por tí.
En un último aliento de amor intenté tomar un café en la madrugada, para templar mis recuerdos. Y así poder esperarte.
Pero no viniste... yo te esperaba...
♣ Miguel Ángel Acuña Márquez (Vientoazul) ©
Te esperé hasta tarde... Dejé pasar las horas como bandada de pájaros...
Pero no viniste, sin embargo yo te esperaba, en lo profundo de mi ser... En la humedad del aire, yo te esperaba...
En la copa casi vacía y en la luz tenue de la alcoba, te veía entrar... Vestida de largo blanco, descalza como a mí me gusta.
¿Acaso no recibiste mi carta? ¿Acaso no te dije una y mil veces que estaría siempre para ti?
Mi pensamiento a mil parecía traicionarme, repetidamente quería que abandonara la idea de esperarte, pero algo en mi interior, me hacía intentarlo nuevamente.
Cuál triunfará, mi pensamiento lógico estructurado, mi destino imaginado, mi pasión desmedida o el aventurero indómito que llevamos dentro.
Quién sabe, siempre esperé verte parada en el umbral de la puerta, con los brazos extendidos hacia mí.
Acaso todavía no lo sabes, después de tantos años juntos, que mi Ser vibra por tí.
En un último aliento de amor intenté tomar un café en la madrugada, para templar mis recuerdos. Y así poder esperarte.
Pero no viniste... yo te esperaba...
♣ Miguel Ángel Acuña Márquez (Vientoazul) ©
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