Un día normal


Un día normal

Y un día ocurrió: que mientras caminaba por el barrio, se sorprende, su mente le dictaba incoherencias, como nunca le había pasado, como mucho intenta calmarla, en un diálogo algo extraño, hilarante, entre él y su yo interior.
Pero continuó caminando, sin alterarse demasiado. Pensó que su día habia sido duro y el cansacio le estaba jugando una mala pasada.
Últimamente su vida estaba con algunos altibajos laborales y sentimentales,
Arrastraba un duro momento que consideraba pasajero.
Sorprendido, escuchaba de sus propios labios:
Que h de p, estás entrando en la cuarta década y aún no sentás cabeza.’’
Él siempre trataba de no dar entidad a este reclamo de su mente.
Que sin dudarlo aumentaba su peso, volviéndo una y otra vez a su encuentro.

Esta voz interna iba creciendo en su presencia.
Entonces pensó: todas mis miserias me pasaban factura.
Acaso me estaré volviendo loco, no lo creo. Simultaneamente los hechos quieren protagonismo, que no tuvieron en su vida real.

Quieren tener presencia, ocupar un espacio en el presente.
Que traté siempre de mantener a distancia.

Lo que comenzó siendo un pensamiento en voz alta, se tornó una pesadilla en
Aumento. La forma desfachatada de presentarse, anunciaba un futuro caótico y lleno de penurias. Por el momento estos hechos solian pasarle en soledad. Pero igual no lo podía aceptar, solo sentía que debía cortarlos de cuajo, o perdería la razón o como mínimo la poca estabilidad presente,
Intentó despejarse más, salir con su pareja, y esto pareció entonces darle resultado.



FIN

Idea original: M. Á. Acuña Márquez (Vientoazul) ©
Poeta invitado: Un buen psicólogo que se anime ©
Co-autores: - Miguel Ángel Acuña


Comentarios

Entradas más populares de este blog

Ema

Cavilaciones de una tarde de Noviembre

El Intruso