Crónica de una búsqueda estéril
Crónica
de una búsqueda estéril
''Un
compañero de ruta'':
Como
haz de buscarlo, eso lo dicta tu saber y entender, es tema tuyo
únicamente.
Solo
intento recrear hasta donde tiene que ver la soledad con tu forma de
selección.
Y
hasta donde es lógico tirar de la cuerda. Intento que inicies el
debate contigo misma.
Y
para que no quepa lugar a dudas, hablo de las mujeres que buscan ‘un
compañero de vida’.
Alguna
vez te preguntaste, ¿cuántos de estos ítems aportas tú?
Todas
las exigencias son legitimas mientras haya concordancia entre lo que
pedimos y lo que damos, entre la suma de nuestras capacidades:
genialidad + imagen + potenciales + educación + edad, estas son
algunas de las variables, que inciden en mayor o menor medida ya que
el ser humano es en si mismo un factor variable.
Cuando
uno busca un trabajo o un bien material, se preocupa y se ocupa de
ver todas las alternativas posibles sin dejar de lado ningún cabo
suelto. Entonces porque no tomar con el mismo cuidado esta búsqueda.
Quiero:
Que
tenga la vida resuelta.
Sea
sincero. (La sinceridad se demuestra en todas nuestras acciones, no
solamente en lo que decimos)
Que
sea compañero.
Que
sea tierno, pero a su vez sea fuerte.
Que
sea trabajador pero que no se pase todo el día trabajando.
Que
sea culto.
Que
sea limpio.
Que
sea fiel.
Que
sea alegre.
Que
no grite.
Que
no beba.
Que
se apuesto.
Que
tenga pelo.
Que
no tenga panza.
Que
le guste salir.
Que
me proteja, pero que no me asfixie.
La
lista seria interminable y agobiante.
Todas
estas características hacen en mayor o menor medida al ser humano.
No son exclusivas
del hombre.
Entonces
para obrar con respecto a nuestros propios intereses, debemos saber a
priori,
cuales
de estas características podemos bancar y cuales no. Eso si queremos
tener una vida plena de armonía. De todas formas, te diré que el
paso del tiempo es inexorable, y en algunos de estos puntos es
gravitante, para ambos.
Por
lo cual yo diría no claudicar en puntos vitales.
Porque
cuando los años pasen, solo quedaran las cosas genuinas (el saber,
la honestidad, la simpatía, la alegría de vivir, la confiabilidad)
solo por nombrar algunas, todo lo demás será efímero.
Con
una mano en el corazón, escuchémonos a nosotros mismos, y nos vamos
a sorprender, cuantos de estas malas costumbres tenemos adquiridas
sin saberlo concientemente.
Una
premisa fundamental: no nos llevemos un pato y después pretendamos
cambiarlo a través del tiempo, para que sea una gallina.
Respetar
tus gustos con sinceridad, es tener coherencia: Si no te gusta el
fútbol, no elijas un fanático, así de simple.
Si
no estamos dispuestos a definir nuestra lista de pretensiones, la
búsqueda del compañero de ruta, será larga y asfixiante.
Sentido
común y coherencia, no hace falta nada más...
♣
Autor:
Miguel Ángel Acuña Márquez (Vientoazul) ©
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