Cavilaciones de un llamado interno
Cavilaciones de un llamado interno
Serena en la tarde, buscabas tu rumbo. El arrullo del mar fascinaba tu mente. Te hacía entrar en fases mentales no definidas. ¿Era acaso un llamado a la ensoñación? Donde la vida y la lírica se entremezclan, haciendo casi imposible distinguir lo uno de lo otro. ¡Qué mujer! ¿Por qué tanta pasión fue llevada al límite del dolor? ¿Qué pensamientos la empujaron? ¿La enfermedad, el dolor, el amor, el calvario, la soledad? Mar, tus melodías que como cantos de sirenas se tragan la vida o los sueños de hombres y mujeres atormentados, que pueblan sus mares, después de la vida. ¿Qué momentos místicos previos la encandilaron? Se dejó seducir por los encantos de la Hoz. ¡Oh, mujer que sufres dolor…!, ven, reposa en mi osamenta, usa mis ojos y mi mente, y canaliza tu espíritu a través de mí. Un día 25 de octubre de 1938, desde un espigón de la ciudad Mar del Plata (Argentina), saltó y se perdió, casi para siempre, pero nos dejó su obra. Este es mi pequeño homenaje a una gran poeta argentina,
Alfonsina Storni.
Autor: Miguel Ángel Acuña - Vientoazul - ©
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